Me he
fijado en que es muy común que en Inglaterra te pregunten "¿en qué
crees?". Y si encima trabajas en un hospital ya ni te cuento la de veces
que te lo van a preguntar.
Hace un
par de años mi respuesta a esta pregunta era "no creo en nada. Creo en la
ciencia y en mí misma". Porque después de ver como un padre perdía a su
hijo, familias destruidas, me era muy difícil creer que existiera un
"dios" que manejara todo eso y que además fuera considerado
"bueno".
Sin
embargo, dos años después mi respuesta a la misma pregunta es "creo en
todo. Creo en un poquito de cada religión. Y sobre todo creo en lo que una
religión hace por las personas que creen en ella".
Me he
dado cuenta que cuando una persona cree en algo, ya sea una u otra religión, es
capaz de sacar una fortaleza excepcional apoyándose en esa religión. Y ese
poder, esa fuerza para superar cualquier situación basándose en la fe, me
parece digna de admirar. Así pues, yo no creo en una determinada religión o la
existencia de un dios, pero creo en el poder que estas creencias tienen sobre
las personas que confían en ellas.
He tenido
pacientes que pasaban por una situación difícil de salud y al entrar en sus
habitaciones, las tenían llenas de estampas de santos o una cruz a su lado en
la cama. Al principio me resultaba chocante esa devoción. Luego entendí, que al
mirar esas estampas ellos sentían fuerza, sentían que no estaban solos en esa
lucha. Y eso les ayudaba más que cualquier psicólogo o cualquier palabra que yo
o cualquier otra persona pudiera decirles.
Me gusta
pensar en las religiones más como culturas que como religiones en sí. Me gusta
aprender en qué consisten, sus bases, y sobretodo oír como sus creyentes hablan
ella, la pasión que demuestran.
Así
mismo, hablando con una amiga el otro día me comentó que ella se considera
cristiana por el simple hecho de creer en Dios. No va a la iglesia ni reza cada
día. También me explicó que cuando reza, no lo hace como parte de un rito, no
le pide nada a dios, solo le habla, le cuenta cualquier cosa que quiera contar.
Para ella dios es un amigo invisible con el que hablar cuando le apetece.
Es algo
que me fascina, el modo en que partiendo de unas bases determinadas de cada
religión, cada persona las interpreta y las hace suyas. Las adapta hasta crear
su propia religión, para que forme parte de su vida.
Todos
necesitamos tener fe, creer en algo, ya sea un dios o varios, o la ciencia.
Pero todos necesitamos sentir que en los momentos de dificultad, en las
adversidades, que en la vida no estamos solos. Que en esos momentos hay algo o
alguien que en cierta manera pondrá las cosas en su lugar.
Al fin y
al cabo, la esperanza es lo último que se pierde.
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