lunes, 5 de octubre de 2015

No Religión, Sino Cultura

Me he fijado en que es muy común que en Inglaterra te pregunten "¿en qué crees?". Y si encima trabajas en un hospital ya ni te cuento la de veces que te lo van a preguntar.

Hace un par de años mi respuesta a esta pregunta era "no creo en nada. Creo en la ciencia y en mí misma". Porque después de ver como un padre perdía a su hijo, familias destruidas, me era muy difícil creer que existiera un "dios" que manejara todo eso y que además fuera considerado "bueno".

Sin embargo, dos años después mi respuesta a la misma pregunta es "creo en todo. Creo en un poquito de cada religión. Y sobre todo creo en lo que una religión hace por las personas que creen en ella". 

Me he dado cuenta que cuando una persona cree en algo, ya sea una u otra religión, es capaz de sacar una fortaleza excepcional apoyándose en esa religión. Y ese poder, esa fuerza para superar cualquier situación basándose en la fe, me parece digna de admirar. Así pues, yo no creo en una determinada religión o la existencia de un dios, pero creo en el poder que estas creencias tienen sobre las personas que confían en ellas.

He tenido pacientes que pasaban por una situación difícil de salud y al entrar en sus habitaciones, las tenían llenas de estampas de santos o una cruz a su lado en la cama. Al principio me resultaba chocante esa devoción. Luego entendí, que al mirar esas estampas ellos sentían fuerza, sentían que no estaban solos en esa lucha. Y eso les ayudaba más que cualquier psicólogo o cualquier palabra que yo o cualquier otra persona pudiera decirles.

Me gusta pensar en las religiones más como culturas que como religiones en sí. Me gusta aprender en qué consisten, sus bases, y sobretodo oír como sus creyentes hablan ella, la pasión que demuestran. 

Así mismo, hablando con una amiga el otro día me comentó que ella se considera cristiana por el simple hecho de creer en Dios. No va a la iglesia ni reza cada día. También me explicó que cuando reza, no lo hace como parte de un rito, no le pide nada a dios, solo le habla, le cuenta cualquier cosa que quiera contar. Para ella dios es un amigo invisible con el que hablar cuando le apetece.

Es algo que me fascina, el modo en que partiendo de unas bases determinadas de cada religión, cada persona las interpreta y las hace suyas. Las adapta hasta crear su propia religión, para que forme parte de su vida.

Todos necesitamos tener fe, creer en algo, ya sea un dios o varios, o la ciencia. Pero todos necesitamos sentir que en los momentos de dificultad, en las adversidades, que en la vida no estamos solos. Que en esos momentos hay algo o alguien que en cierta manera pondrá las cosas en su lugar.


Al fin y al cabo, la esperanza es lo último que se pierde.

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