sábado, 19 de marzo de 2016

Quisiera Que Fuera Fácil Olvidarte

Quisiera no haber sabido de ti. No haber sabido que me esperabas, que fui la única para ti. Quisiera que nunca me hubieras buscado.   Quisiera que fuera fácil olvidarte. Desearía  que nuestra historia acabara donde yo la dejé y no dónde tú decidiste continuarla.

Lo cambiaste todo. Lo que consideraba felicidad se convirtió en mentiras, falsas emociones. Miro atrás y me echo a llorar de rabia al ver las fotografías de tantos momentos y aventuras, por saber que nunca volveré a sentir esa alegría.

Tenia una vida nueva, una vida plena y soltaste aquellas fatídicas palabras. La culpa es mia, soy de esas personas que no son capaces de olvidar las palabras de personas que les importan, se van clavando en mí como cuchillos,  y poco a poco y día a día consumen una parte de mí.



Fuiste la brisa que me devolvió a la vida, la historia que me cambió o mas bien la que rescató a mi verdadero yo. Te llevo conmigo en cada gesto, en cada acto, en cada risa, en cada despliegue de energía, en cada uno siempre eres tu el guía. 

¿Cómo no pensarte si soy lo que soy porque lo provocaste tu? Si eres tu el prólogo de mi historia, el bueno y el malo, el eterno y al que debo dejar ir. Fuiste el único capaz de ver más allá de mi sonrisa y de crear amistad con mis demonios.

Te volví a dejar pasar, no sé si porque nunca cerré esa puerta o porque soy una ferviente creyente de los las historias sin final. Luchaste, llegaste y no pudiste seguir. Me pregunto si fue porque yo reaccioné tarde, pero nunca volviste a por mi.


Y aun me sorprendo a mí misma mirando en cada esquina, buscando tu figura inconfundible, esperando que vuelvas a cumplir tus promesas. No sé si por amor ciego o por ciega esperanza.

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